Desde asistentes virtuales hasta chatbots de atención al cliente, la capacidad de comunicarse con máquinas utilizando el lenguaje humano es un avance significativo en la tecnología de la información. En el corazón de esta revolución se encuentran los «prompts» (indicaciones), pequeñas piezas de texto diseñadas para guiar las respuestas de la IA generativa en servicios como ChatGPT de OpenAI, Bard de Google y Llama-2 de Meta, por nombrar algunos. Crear prompts profesionales es una tarea compleja y multifacética que requiere una comprensión profunda tanto de la tecnología como de la psicología humana. No se trata simplemente de escribir una pregunta
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